miércoles, 9 de septiembre de 2009

ADIOS

Decir adiós no es un momento de incertidumbre, te despides nada mas que de las cosas superficiales, de lo que quieres, por lo que luchas o por lo que amas.
Pero son escalones y las huellas que dejamos en la vida para que algún día recibamos una recompensa por todo lo bueno que hicimos y entregamos todo nuestro corazón,
verdaderamente nos cuesta olvidarlo todo cuando se conoce personas especiales que te hacen sentir que eres alguien importante.
Tu eres ese alguien importante, que alguna vez hizo sentir bien a un amigo. Incluso conociste y también hiciste momentos de alegría en alguien, que en silencio te deseaba con alegría todas las cosas lindas de la vida. Que mas que te lo dice alguien que ha sentido la presencia de una amiga súper especial.
Ahora que te vayas me harás mucha falta. Ya no podré mirar hacia mis costados y mirar tus ojos, tu cabello tocar tu delicada piel y besar tu mejilla. Ahora que ya te vas todo a mi alrededor quedará sumido en la indiferencia, pero no será una despedida, solo será un hasta luego. Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo.
Tu eres alguien importante. Tu voz resonará como un eco cuando me acuerde que ya no estas, cuando me aleje calladamente de mis labores y recuerde que en algún lugar no lejano te estas riendo. Te mereces todo lo bueno que la vida te tenga preparada, pero espero que también estés preparada para soportar lo que el destino te quite, el resultado de la vida es el fruto del esfuerzo de la nuestra.
Te digo adiós por los días en que no te vea y te diré benditas sean las horas en que te pueda mirar, te quiero de todo corazón y no creas que los hombres lo sienten menos por dentro porque este gesto no pertenece a un hombre sin sentimientos. Espero que sigas siempre con esa cara sonriente y esa mirada alegre.
Y recuerda que en cualquier momento puedes contar conmigo no hasta diez ni hasta veinte sino hasta toda la vida, que tengas muchos éxitos en tu vida te lo dice...
Alguien que te quiere.

martes, 8 de septiembre de 2009

Miedo de ti.

Miedo de hablarte
De escucharte y entenderte
Miedo de oír tu risa
y recordarla en silencio
Miedo a cuidarte
Y protegerte de ti, y protegerte de mí.
Miedo de admirar tu belleza
Y no poder entenderla
Miedo de que me sobren las palabras
Miedo a añorarte y extrañarte
Miedo de lastimarte
De entregar mis armas
Y cruzar tus fronteras
Miedo a llorar por un iracundo amor
Y miedo a morir por ti
Tengo terror de amarte
Por el miedo de perderte

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